La idea de noche cerrada, oscura, inpenentrable es inconcebible en nuestros días.
No es difícil encontrar una fuente de luz cercana, en el caso remoto de que nosotros mismos no portemos una.
Pero
si nos retrotraemos en el tiempo, no muchas generaciones atrás, vemos
que las únicas fuentes de luz con que contaba la gente eran el Sol y el
fuego. Edison con su invento de 1879, cambió el concepto de "noche" con
su bombita, pero no fué hasta la década del 20 o 30 del SXX que se hizo
de uso común. En las mayorías de las casas y calles, la iluminación era a
gas. Es decir, la oscuridad y tinieblas absolutas existieron hasta no
hace más de 100 años atrás. Qué tan oscura era la noche?. Suponiendo que
una lámpara de uso normal equivaldría a 100 velas o luces de gas y que
no fué sino hasta 1650 que las calles se comenzaron a iluminar, la noche
no era el mejor momento para salir a pasear. Las noches sin Luna, eran
de una oscuridad absoluta. Shakespeare llamó a la noche " el vasto caos
pecaminoso" en el que cualquiera podía perder la vida en un santiamén.
Los carruajes se despeñaban, las casas eran asaltadas, incendiadas y las
plazas se llenaban de mendigos, prostitutas, ladrones y toda la fauna
que no se veía durante el día. En la mayoría de las ciudades, las
pandillas se adueñaban de las calles. Pero la gente salía igualmente, a
pesar de las advertencias de las iglesias y gobiernos. Cuando caía la
noche, sonaban timbres, campanas, tambores indicando el cierre de las
murallas, y que era el momento de resguardarse en sus casas. Se montaban
guardias, se hacía fuegos para iluminar, pero la oscuridad continuaba
siendo el mejor momento para el crimen.
Cualquier falta cometida
después de la caída del Sol, era doblemente castigada y aún más si era
dentro de un hogar. En sitios como Suecia la pena era la muerte. Pero en
casos contrarios, el crimen de un ladrón en pleno robo, eran tomados
como legítima defensa y no tenía pena ninguna. Para mucha gente la noche
era la continuación del día; los pobres buscaban comida en los desechos
y se cuidaban de no ser asesinados y los sirvientes cocinaban, cardaban
lana, preparaban las actividades del día siguiente. Desde que el primer
centinela tomó su puesto hace 3000 años en Mesopotamia, la gente
trabajó por la noche. El trabajo de guardia, atrajo a los mismos
personajes que merodeaban por las noches, y si no daban la hora a grito
pelado o controlaban que las puertas estuvieran cerradas, se
emborrachaban junto con sus colegas ladrones y prostitutas. Para algunos autores, la noche era un lugar prohibido, plagado de vapores pestilentes, espíritus diabólicos y de humana depravación, una maravilla. Hay un dicho italiano que dice: "quien sale por la noche, busca una paliza".
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