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domingo, 23 de diciembre de 2012

" Theodore y el Oso Viejo"

   Hay ciertas cosas que habitan nuestra cotidianeidad que aparentan haber estado siempre ahí. Objetos que no parecen que tuvieran un origen, sino que siempre han existido y existirán. Pero todo tiene un motivo y un origen en esta vida, por lo tanto el osito de peluche ("Teddy Bear") no escapa a esa ley.

 El "nacimiento" de este famoso juguete se remite a un hecho  concreto y que  el mismo nombre "Teddy" nos da la pista.
Para ello hay que remontarse a 1902; lugar: Estados Unidos, a un suceso singular que tuvo como protagonistas al entonces presidente de la nación  Theodore Roosevelt (1858-1919) y a un viejo oso negro.
Roosevelt, un personaje con muchas facetas, era un gran admirador y protector de la naturaleza, llegó incluso a escribir libros al respecto, una especie de visionario, de proto-ecologista en una época en que las personas hacían uso y abuso del medio ambiente.

En una ocasión, Roosevelt se trasladó al estado de Mississippi a practicar el "deporte real" de la cacería del oso, algo que por lo visto no iba en contra de sus convicciones naturalistas. Los días pasaban y no daba con un oso. Fué entonces que las personas de su entorno salieron en busca de un plantígrado para que la expedición no fuera un fracaso. Al cabo de tres días de búsqueda los cazadores furtivos dieron con un ejemplar bastante entrado en años que escapando de la persecución con perros, cayó agotado y fué herido salvajemente por los sabuesos.  Lo llevaron hasta donde se encontraba Roosevelt, lo ataron a un árbol e invitaron al presidente a dispararle en esas infames condiciones. Así luego podrían tomar una foto con el "trofeo de caza" que lo mostraría como un mandatario con agallas y afianzaría aún más su imagen de masculinidad por la que era reconocido. A Roosevelt se le conocía como el "presidente cowboy" por haber crecido en la dura vida del campo y por su integridad férrea.
Lo cierto es que éste se negó a dispararle al animal cautivo por ser de una antideportividad absoluta y ordenó que se le sacrificará inmediatamente por el sufrimiento que experimentaba de las heridas recibidas durante su persecución.

Este suceso no tardó en hacerse público y fué inmortalizado por el caricaturista Clifford Berryman del "Washington Post" el 16 de Noviembre de 1902. En la caricatura se mostraba al presidente, negándose a disparar al oso, que a diferencia de la realidad, aparecía como un adorable cachorro tembloroso.

El comerciante Morris Michton, vió en el "bear-affaire" una oportunidad beneficiosa imposible de dejar pasar. Tomó unos ositos hechos a mano por su esposa, rellenos de lana, los expuso en el escaparate de su tienda y pidió permiso al presidente para usar su sobrenombre "Teddy". Así salieron los primeros "Teddy Bears" al público y se consolidó la "Ideal Novelty & Toy Co.".

Al año siguiente, en Alemania, Margaret Steiff, una mujer que había sufrido un accidente, luchaba contra sus limitaciones físicas produciendo artesanalmente animalitos de peluche para sobrevivir. Las creaciones "Steiff" comenzaban a conocerse en la población y destacaban elefantes y otros animales más de la fauna salvaje, pero fué el ojo de un turista americano que descubrió entre tanto peluche, uno de un osito. En seguida se puso en contacto con la incipiente marca "Steiff" e hizo un encargo de 3.000 osos de peluche para exportar a Estados Unidos. Esto provocó el "boom" definitivo de los "Teddy Bears", ese "osito de peluche" al que aún hoy, 110 años después, ningún niño se resiste a abrazar con todas sus fuerzas.

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